“Si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.” 2 crónicas 7:14
En el sistema de creencias del mundo, la humillación es señal de debilidad, y la fortaleza se manifiesta desde la capacidad del hombre; por eso hay fracaso constante.
Por otro lado, para el cristiano, la humillación es señal de fortaleza, pues al considerarse débil no ve otro camino que la oración, lo que finalmente es la liberación.
Humillación + oración= liberación.
Le animo a que siga la matemática divina.
Su servidor Helberth Conde