Salmo 31:24 “Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el SEÑOR.”
La salvación es gratuita, depende totalmente de nuestro Dios.
Pero en la santificación, es necesario nuestro esfuerzo, en el que no debemos permitir que el desánimo tome control y nos debilite en esta santa lucha.
Su servidor Helberth Conde